Tuesday, August 10, 2004

sigue siendo fruto del insonmio intentar comprender la locura de los signos

UN VIAJE

Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han marchado, llueve a gritos, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios.


CONSERVANDO RECUERDOS

Conservación de los recuerdos
Los famas para conservar sus recuerdos proceden a embalsamarlos en la siguiente forma: Luego de fijado el recuerdocon pelos y señales, lo envuelven de pies a cabeza en una sábana negra y lo colocan parado contra la pared de la sala, con un cartelito que dice: «Excursión a Quilmes», o: «Frank Sinatra».
Los cronopios, en cambio, esos seres desordenados y tibios, dejan los recuerdos sueltos por la casa, entre alegres gritos, y ellos andan por el medio y cuando pasa corriendo uno, lo acarician con suavidad y le dicen: «No vayas a lastimarte», y también: «Cuidado con los escalones.» Es por eso que las casas de los famas son ordenadas y silenciosas, mientras en las de los cronopios hay una gran bulla y puertas que golpean. Los vecinos se quejan siempre de los cronopios, y los famas mueven la cabeza comprensivamente y van a ver si las etiquetas están todas en su sitio.


PALABRAS Y RISAS

Los cronopios no son generosos por principio. Pasan al lado de las cosas más conmovedoras, como ser una pobre esperanza que no sabe atarse el zapato y gime, sentada en el cordón de la vereda. Estos cronopios ni miran a la esperanza, ocupadísimos en seguir con la vista una baba del diablo. Con seres así no se puede practicar coherentemente la beneficiencia, por eso en las sociedades filantrópicas las autoridades son todas famas, y la bibliotecaria es una esperanza.


SIN PENSAR EN MAÑANA

Pasa que los cronopios no quieren tener hijos, porque lo primero que hace un cronopio recién nacido es insultar groseramente a su padre, en quien oscuramente ve la acumulación de desdichas que un día serán las suyas.


SABES QUE MI HOGAR ESTÁ EN LAS PALABRAS

Un cronopio se hizo una casa y siguiendo la costumbre puso en el porche diversas baldosas que compró o hizo fabricar. Las baldosas estaban colocadas de manera que se las pudiera leer en orden. La primera decía: Bienvenidos los que llegan a este hogar. La segunda decía: La casa es chica, pero el corazón es grande. La tercera decía: La presencia del huésped es suave como el césped. La cuarta decía: Somos pobres de verdad, pero no de voluntad. La quinta decía: Este cartel anula todos los anteriores. Rajá, perro.

ACONSEJANDO IMPOSIBLES

Un cronopio se recibe de médico y abre un consultorio en la calle Santiago del Estero. En seguida viene un enfermo y le cuenta cómo hay cosas que le duelen y cómo de noche no duerme y de día no come.
-Compre un gran ramo de rosas - dice el cronopio.

El enfermo se retira sorprendido, pero compra el ramo y se cura instantáneamente. Lleno de gratitud acude al cronopio, y además de pagarle le obsequia, fino testimonio, un hermoso ramo de rosas. Apenas se ha ido el cronopio cae enfermo, le duele por todos lados, de noche no duerme y de día no come.

Ésto es LA TRISTEZA y ALEGRÍA del CRONOPIO.

(Copyrights a Cortázar, que murió el 12 de febrero de 1984)

#listen to: Pale Sunday -- a weekend with jane EP

Current mood: atrapasueños


1 Comments:

Blogger Pablo Honey said...

La parte de los recuerdos es especialmente preciosa. Desde que era enano siempre tuve cierta repulsión por las cámaras, tanto de fotos como de vídeo. De una manera insconciente primero y algo más (no mucho) consciente después siempre me pareció que dedicarse a recoger recuerdos era como encerrarlos y matarlos. El poner nombre a las fotos ya me parece una etiquetación de un momento de tu vida un tanto triste a la par que irreal. Ya que si te dedicas a hacer fotos para el recuerdo, estas más pendiente de captar recuerdos que de crearlos.

Lo realmente bonito y especial es acordarte (y esforzarte en ello) de pequeñas cosas que te devuelven la sonrisa del momento de manera espontánea. No mirando de manera voluntaria un trozo de papel muerto, un recuerdo muerto.

Esa es la razón porque no he tenido cámara hasta hace unos pocos meses y que ahora teniendola todas las fotos que hago son: o bien cosas "estupidas e insignificantes" o bien fotos rápidas sin enfocar ni preparar la foto ni que tenga sentido esa foto.

No dejan de ser, claro está, manias mias.


Una entrada sobrecogedoramente bonita la de hoy, una manera muy provechosa de usar el tiempo de soñar dormida...soñar y hacer soñar despierto.

5:52 PM  

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